miércoles, 23 de febrero de 2011

Capítulo 45: W5W

Cataclysmsmsssmmsssm! ¿Perdón? Cataclismooooooooo ¿Qué??? Catacrakeeeeennnnn. Ah, ahora sí.

Ser de Azeroth, del mismo Azeroth centro, requiere una serie de virtudes y caraterísticas no aptas para todos los públicos. No, no nos equivoquemos, llevar el pelo a lo Santiago Segura, tener aparatos y acné de serie, o ser poseedor de una barriga XXL cubierta por una camiseta negra donde rece algún lema tipo "Yo con Shakira haría el Friki-Friki y no el Waka-Waka", no te dan el carnet de ciudadano directo, pero sí sugiere una rápida integración entre elfos y trolles el día que pongas el primer pie en este mundo.


De eso hace ya más de cinco años en mi caso. Yo no tenía esas pintas, por lo menos por fuera, pero por dentro era carne de Horda, carne de subir niveles como si fuera el ascensorero de Super Mario Bross. El World of Warcraft era el sitio ideal para tu segundo yo. Con lo que no contaba era con que el orco no era el idioma más difícil que allí podía encontrar. Y es que ya no es cuestión de razas y clases, sino de que los jugadores, en sí mismos, son toda una especie. Mis primeras conversaciones iban tal que así:

[Noserastu] dice: Oye, perdona, ¿dónde puede comprar unas dagas para mi picaro? Es que soy nuevo.
[Flipeitor] dice: Hola tio, np, si kieres te ayudo, que tengo 8 pj's to chetos, full pvp/pve, 3 de ellos high end.
[Noserastu] dice:To cheetos? cheetos, los naranjas?
[Flipeitor] dice: Lol, WTF?? no tron, que estén over, tier 6. Mira, tienes q hablar con el NPC del Valle de las Sombras, te pillas dos wp guapas, q x 90 silver tienes, y a questear. Mirate el map y pilla vuelo a Orgri.
[Noserastu] dice:Esto... vale... vale...gracias... todo...clarísimo... gracias.
[Flipeitor] dice: Na tio, quieres guild? Tenemos tabardo, rusheamos instances tochas, de WC a BRD, raidemos caxo, y hacemos premades a bg. Nos mola los newbies y tranqui, podrás lootear si need, tanto con el main como si tienes twinks. Hay tope buen ambiente.
[Noserastu] dice : Ahhhhhh que guay..podré... lootear... ¿los pícaros tienen esa habilidad?
[Flipeitor] dice: Puto maco! ¿me vacilas? anda y buscaté un GM. Tienes una pinta de ser un ninja looter seguro.
[Noserastu] dice: No no, soy pícaro...
[Flipeitor] dice: Nooooooob! Que te f@#/r*#@!!!!!!!!!



Obviamente, tardé en encontrar una daga dos días, y un lustro en entender lo que me había querido decir aquel tipo.


Poco a poco fui evolucionando con mis personajes, a la vez que involucionaba en el mundo real. A los que jugamos al WoW se nota a una legua nuestro hobby. Cuando vas a comprar, casi prefieres esperar a que alguien ponga eso más barato para luego pujar en subasta, o cuando te das un golpe que te duele horrores, no dices "¡Ay que daño!" sino "Joder, la esquina esa me ha metido un crítico que no veas". Incluso, cuando vas al médico, le preguntas a la enfermera: "Oye ¿tú qué clase de healer eres: sacer holly, pala sagrado, o chaman resto?". Casi te da miedo que te responda "No, soy chopo druida, y voy full epics, y tú, pequeño, estás en la flor de la vida: +5000 +5100 +5050...!" (chiste solo para los muy pro's)

Y pasaron los años, y pasó la gente con la que jugaba. Y yo, como el héroe de Enjuto Mojamuto, subiendo bichos al 60, al 70, al 80. Aprendí varías cosas que servían en este entorno, como que ir todo morado no tenía que ver con fumar porros o ir hasta arriba de cubatas de garrafón, sino que tenías un equipo con las piezas más buenas del juego, o que buscar un warro que sepa coger bien todo el aggro, no tiene nada que ver con dar con el salido de turno para entretener a unas elfas oscuras mientras matamos a su rey.

Ahora estoy con la expansión del juego, Cataclysm: todo cambia. Menos yo. Sigo llevando el inventario a tope, como el carrito de un pordiosero con el síndrome de Diogenes, por muchos espacios nuevos que tenga. Sigo perdiendo el objeto que acabo de coger y no soy capaz de encontrarlo entre 90 casillas ocupadas, como si Wally se hubiera tomado unas vacaciones de sus libros sin avisar. Sigo perdiendo pujas cuando le quedan menos de un suspiro de pulga, o encontrando la empuñadura maltrecha cuando todo el mundo la lleva ya hasta de llavero. Sigo necesitando un diccionario Clueless's treintañero/Pro's viciosos del WOW para entender dialogos del estilo:

[Cani1] dice: Tu, lammer, se está roleando un eviscerar potenciado con glifo superior, y tienes todos los /dados (1-1) para que te lleves un Crit. de DD que ni con un gear 359 te salvas quedarte AFK hasta chapen el server.


[MegaCani] dice: OMG!A ver, peazo noob, ni echando BL, ni con todos los Buffs y adds del mundo a tu favor, me llegas a la suela de mi trinket + low. Vete a grindear a tu casa o a farmear a Barrens flores de paz que son FFA y reza porque no te delete y te gankee hasta que me salga de la Frostmoure .Me LMAOF en tu cara, paco, + q paco!


[Cani1] dice: Mtt una SS por donde te quepa, manco.


[MegaCani] dice: Anda pegate un vanish y vete a wipear a tu cocina, retard.

Sigo llevando las monturas antiguas ahora que todo el mundo lleva esos dragones que parecen salidos de un programa de tunning de la MTV, disfrutando del placer de juan-palomear con todas las profesiones, de subir personajes que acabo cargándome porque no me gusta el nombre 40 niveles después, haciendo logros absurdos donde perseguir pavos salvajes que se convierten en pollos fritos al morir te dan reconocimiento (¿cuál? no sé, pero ahí queda eso), perdiendo horas y horas campeando rares como mascotas para luego ponerles nombres surrealistas provocando la vergüenza ajena allí por donde pasan (mi tortuga de fuego se llama RossyDeMagma, y mi tigre transparente GaTitoPulo, en honor a la serie "Roma").


Lo paso de miedo pelando alis en batalla con jugadores ranged y las paso canutas intentando huir cuando un montón de paladines han descubierto el origen de todas esas flechas malintencionadas. Que salga una objeto que te va bien en una raid de 25, tirar dados y sacar un 17 no tiene precio, sobre todo cuando las otra tiradas han sido 13 y 2, y de repente, ver que el líder se ha caído misteriosamente con todo el botín hace que venga a la mente la palabra... NINJAAAA!!! y te fustras barbaridad. Descubrir nuevas mazmorras, hacerlas por primera vez, y estar pegando al jefe, y ver como todos salen corriendo disparados en direcciones opuestas cuando castea algo mientras tú te quedas pegando cuerpo a cuerpo, y que solo te de tiempo a decir : "oh oh..." jo, emociona. Luego, justo después, eres un guiñapo en el suelo mientras vas leyendo en el chat:
"-Zas, en toda la boca"
"-Te lo has comió, manco"
"-Pero tio, apártateeeee..."
Es curioso descubrir como la gente se hace de clanes con nombres que no le pondrías ni a una cucaracha, o personas que, hablando por el general, hacen más DPS (daño por segundo) al diccionario del que en su vida harán a un monstruo. Me gusta mirar el culo a las elfas, a las orcas, a las no-muertas, las dranei, a las enanas , no, de las tauren no, y a las humanas, y te das cuenta que, el mayor enemigo de una fémina en este mundo, puede que sea Alamuerte o Perico El de Los Palotes, pero nunca la celulitis, porque todas tienen tipín que no veas.


Y es que sigue siendo este, todo un mundo donde perder el tiempo. Pero tan bien hecho que da gusto hasta perderlo así. Sigue creciendo, sigue teniendo un aroma que lo hace único, que te permite descargar tu ira contra un pobre jabali jaspeado que buscaba píxeles apetitosos que comer, así como recoger pacíficamente flores silvestres del campo para hacer pociones que te hagan ser más fuerte, y todo esto sin que nadie vea extraño que sintetices substancias estupefacientes en mitad de un prado lleno de raptores que, probablemente, participaron como extras en la película de Parque Jurásico.


Renegada, Txia, Dordoka, Sopita... siempre nos quedará Azeroth.


Frase del día: ¿Dónde coño se mete la puta araña? (Dosh de C'Thun)
-¡Oh, la historia se repite... pero ¿qué estoy haciendo con mi vida?


¿Vivirla?

lunes, 21 de febrero de 2011

Capítulo 44: Patente de Corso

- ¡Piratería en internet a estribor, capitán!

- ¡Arrr, por las barbas de Neptuno! ¡Rápido, panda de holgazanes,abatid el palo de mesana, arriad el foque, asegurad el trinquete! ¡No dejéis que esos marineros de agua dulce se lleven nuestro preciado tesoro...!

¡Que me aspen! .El mar del ciberespacio anda revuelto, grumetes. La piratería está en boca de todos y se avecinan nubarrones. Truenos, relámpagos y centellas, esto va a ser duro, marineros. ¡Atadme al palo mayor y no me soltéis hasta que haya pasado el temporal!.


Como siempre, la piratería es un concepto que difiere mucho en su significado según en el bando en el que estés. Seamos realistas, piratería, lo que se dice piratería, fue lo que sufrió España en el siglo XVI a manos de Francis Drake. Este inglés, explorador, traficante de esclavos y político, se encargó de saquear y destruir el tráfico mercante español durante años, retrasando los planes de Felipe II en su intento de construir la Armada Invencible. Pero aún así, lo que para España fue un pirata y un incomodo enemigo, en Inglaterra se le consideró como corsario y llegó a ser Vicealmirante de la Marina Real Británica e investido caballero.

Y es que es la patente de corso es lo que hace de un villano un heroe. De un ladrón un justiciero. De un usurpador un mecenas de la cultura...


Quinientos años después seguimos con la misma cantinela.Y como siempre vuelve a ser cosa de dos visiones distintas, separadas por un denominador común que nos ha divido siempre: el dinero.Unos piratean, mientras que otros, en cambio, dicen que usan internet como espacio rentable de promoción. Todo es cuestión de intereses.

No prentendo ahondar ahora en el problema de la piratería, ni voy a decir nada que no se haya dicho antes ya. Tan solo quiero romper una lanza en favor de la cultura y de todos aquellos que desean tener acceso a ella, independientemente de su clase, raza o procedencia.

Creo en el derecho del autor intelectual a reclamar un reconocimiento económico por su obra, en su derecho a lucrarse con el fruto de su propio trabajo, en poder reclamar su merecida compensación sin ser acusado de ruín o mezquino. Pero creo igual en el derecho de una gran parte de la sociedad a tener acceso a una cultura que se les priva por no tener una capacidad económica a la altura de las actuales circunstancias.

Siempre he pensado que, quien se descarga una película, ve una serie on-line o comparte música con más gente, ya pagan un precio que no paga la gente con poder adquisitivo como para tener el original: tienen el producto en esencia, pero no en su forma perfecta y definitiva.

No es lo mismo ver una película en el cine, de estreno, con toda la comodidad que se le presume al local, que tener que esperar un día entero para bajar su sucedaneo comprimido, y con una calidad de imagen y sonido más que dudosa. No es lo mismo disfrutar de una tarde en tu sofá viendo toda la temporada de tu serie favorita en blue-ray que verla a duras penas en una página donde cada 72 minutos te dejan con la miel en los labios.

Quien acude a internet a conseguir lo que económicamente no puede, paga su precio. Y ya no se limita a lo anteriormente expuesto, sino que, acceder a esos contenidos, supone un desembolso a nivel de hardware, software, así como de conexión que, en España, es de todo menos barata. Todos aquellos que tachan de piratas a los internautas y les acusan con el dedo de ser los culpables del declive de la industria del entretenimiento y la cultura, deberían dirigir sus miradas inquisitorias a todos los que SÍ han sabido obtener un beneficio de la actual situación, y que no son precisamente los ciudadanos de a pie.

Una última reflexión al respecto: si nadie bajara material pirata de internet, digasé películas, libros, música, programas, ¿quién contrataría con las compañías telefónicas tarifas de alta velocidad de descarga?¿quién se compraría usb’s, cd’s grabables y discos duros externos para almacenar todo ese material?¿quién pagaría sumas muy respetables de dinero por hacerse con periféricos y soportes para leer libros o escuchar música en formato comprimido?¿por qué nos ofrecen los instrumentos, pagamos los cánones, y nos dan la capacidad necesaria si el bajar cosas de internet no es una actitud cívica y legal?

La libertad de acción y comercio en internet ha trastornado los equilosados principios de la economía en España y nadie está por la labor de adaptarse a lo que es el paradigma de una nueva forma de negocio. Con leyes como la ley Sinde lo único que se consigue es empeorar el estado de un enfermo con un mal endémico al cúal, los viejos remedios, ya no le hacen efecto.


Al final, será el pueblo, los cibernautas, los deseosos de disfrutar de una necesidad tan básica y universal como es el acceso a la cultura a un precio asequible, los que provoquen que autores y gobiernos venideros empiecen a replantearse lo que medio mundo ha visto ya hace tiempo. Es cuestión de renovarse o morir.

Simplemente como ejemplo un botón. La otra noche, en el programa de la Sexta “BFN”, Andreu Buenafuente entrevistó al escritor y filósofo Jesus Mosterín, que presentaba nuevo libro. A la pregunta de qué opinaba, como autor, del problema de la piratería en internet, respondió algo debería hacer reflexionar a más de uno.


"Yo como escritor, quiero que el público pague dinero por leer mi libro. Pero en el caso de que no lo vayan a hacer, prefiero que me lean de forma gratuita a que no lo hagan. Hay más formas de sacar rendimiento a tu propia obra que no la tradicional. También está el reconocimiento, que te puede abrir otras puertas igual de interesantes."

No es literal, pero si queda representada la idea principal que quiso transmitir. Tal vez si aquellos cantantes que se quejan tanto de los jovenes que se bajan su música, supieran que al ser escuchada por más gente conseguiran que sus conciertos se llenen más y su figura tenga más repercusión, o que tanto cinestas como escritores, que hablan de la expoliación de sus derechos de autor, supieran que al ser más conocidos y mediáticos, pueden convertirse en lideres de opinión y obtener unos privilegios en forma de ayudas o proyectos de mayor calado que les reportarán nuevos ingresos, aceptarían de mejor grado, lo que se es sin duda, una realidad imparable: ha empezado la revolución cultural de nuestros tiempos.

Como diría un viejo lobo de mar: ¡Ojo al parche, malandrines!¡Desventurado aquel que ose luchar contra el poder de las olas del mar! ¡Palabra de pirata!


Frase del día: “Pero,¿dónde coño se mete el puto oso? (Dosh de C’Thun)

-¿Y para qué quiero yo un oso, si no me gustan las spirit?

lunes, 14 de febrero de 2011

Capítulo 43: San Calcetín

¡Feliz San Calcetín, almas con mono de dar y recibir cariño a paladas! Sí, sí, San Calcentín, porque el día internacional del amor cuantificable no deja de ser eso, un calcetín de felpa, irreversible y de variados colores.

O por lo menos eso me vendieron a mí. Y es que el amor calcetinea. Porque apesta si no se lava de vez en cuando, se agujerea de mucho usarlo, pero te calienta los pies cuando los tienes fríos.

A veces se hace un bola cuando no se usa, y olvidado en el rincón oscuro de un cajón pierde su sentido. Porque el amor por dentro calienta, y por fuera desalienta, sobre todo cuando se lleva puesto solo para tener sexo. Porque de calcetines siempre has tenido un par favorito, un primero, porque cuando eras pequeño adorabas los que te ponía tu madre con todo su cariño, calentitos, tiernos y con un olor a hogar que te hacía sentir el rey del mundo.

Y es que el amor, como con los calcetines, no se entiende de colores, formas y procedencia. Cada uno tiene su prototipo ideal, y aunque puedas encajar con casi todos, son muy pocos con los te hacen sentir realmente bien.

No hay más emoción que el día que descubres tu nueva pareja, en que experimentas su tacto, y como con el tiempo, cada vez encaja mejor contigo, hasta que no deseas caminar sin ellos.

Pero el amor se vuelve un asco cuando te quedas suelto, cuando los agujeros lo dejan hecho un queso de gruyere, cuando te das cuenta que los remiendos no arreglan lo que fue en un pasado, cuando ya no queda más tela que cortar.

Sí, se puede gastar, se puede perder, porque, en la funda de los pinreles del amor, todo es cosa de dos. No guardéis nunca calcetines por temor a que se rompan, porque guardados se deforman, se olvidan. Haced como la gente sabia, ¡regalad calcetines!

Siempre me ha gustado ir descalzo por la vida, me ha gustado sentir la libertad en mis pies, pero los calcetines calientan mi cuerpo, alientan mi ser. No es cuestión de tener que llevarlos, ni siquiera de querer, es mucho más simple que todo eso, es saber ver cuando el destino pone ante tí ese calcetín que te hace sentir la calided de su presencia sin que te sientas encerrado en él. Eso es puro calcetín, 100% amor sin bolas.

Si Cupido aparece hoy en vuestra vida, no solo vigiléis vuestro pecho, porque en el libre albedrio de su labor, igual os ha saeteado el corazón... de vuestro pie derecho.


Frase del día: " Si algún perdéis el amor, no busquéis en la lavadora, nunca está allí." (Al-love È vero)

-Se que estás allí, en algún lugar, mirando la misma luna que miro yo...